Movimiento de tierra se define como el proceso de cortar, acarrear y depositar material de un punto a otro, durante este proceso se da el grado de compactación necesario para que el suelo pueda resistir el terraplén que dará el nivel de proyecto deseado.

Este trabajo representa la etapa inicial de cualquier construcción y por ello, es de gran importancia, ya que representa una etapa crítica para el proyecto final. Estos son los aspectos que se deben tomar en cuenta para llevar a cabo el Movimiento de Tierra:

Antes de iniciar el movimiento de tierra, es necesario realizar un estudio geotécnico, el cual consiste en la realización de sondeos exploratorios sobre la superficie del terreno. Mediante estos sondeos se obtienen muestras alteradas y/o inalteradas del suelo para su análisis, y así determinar las propiedades físicas del terreno.

De igual manera, se determina si la zona presenta fallas geológicas, planos de desplazamiento, lecho de un cauce, o cualquier depósito de material que pueda afectar la estabilidad de la construcción.

Después de realizar los sondeos y pruebas necesarias se emite un reporte en donde se dictan las recomendaciones y procesos que se tendrán que seguir para garantizar la seguridad de la construcción, algunas de las recomendaciones típicas pueden ser:

1. Nivel de desplante
2. La remoción de depósitos de arcilla
3. Colocación de subdrenes
4. Tipo de cimentación recomendada
5. Grado de compactación y humedad óptima
6. Relación de talud

Las principales maquinarias que se emplean dentro del proceso de movimiento de tierra son; tractores, motoescrepas, compactadores  (pata de cabra) y rodillo liso, los cuales, en conjunto pueden cortar, cargar y acarrear miles de metros cúbicos diarios y moldear el paisaje.

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